DesnortadosLa humanidad ha perdido el Norte, sino toda, una parte muy significativa ha dejado de ser humana. Ya no se la puede etiquetar con este atributo. En diciembre del año 1948 se aprobó en la ONU la Declaración de los Derechos Humanos, y once años más tarde, en 1959 la de los Derechos del Niño. Pomposos documentos con bonitas palabras, pero al final papeles mojados, no se respetan, no se cumplen ni se hacen cumplir. Los poderosos de la Tierra hacen lo que les viene en gana y nadie les tose. Imponen su ley según les convenga. Hablo de los 5 con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, y sus amigos-intereses según las circunstancias de cada momento. En los medios ya prácticamente no se habla del zarpazo ruso a Ucrania, porqué el conflicto palestino-israelí lo ha desplazado de los titulares.
En Barcelona hay una ONG llamada “Justicia i Pau”, que desde el 1968 promueve estos dos derechos y la solidaridad entre los pueblos. Durante bastantes años estuvo liderada por el economista Arcadi Oliveres, EPD. El lema de esta organización me viene de perlas para glosar el conflicto entre judíos y palestinos, porque sin justicia es imposible que haya paz.
Desde su fundación en 1948 (el mismo en que se aprobó la Declaración de los Derechos Humanos), el Estado de Israel ha tratado injustamente al pueblo palestino. Se apropió de sus tierras i propiedades, y los expulsó de ellas, derribó sus casas, y encarceló, torturó y mató sin motivo a muchos de ellos. Y nunca pidió perdón por todos estos agravios, ofensas y humillaciones. Al contrario, ha seguido con su política de ocupaciones ilegales por la fuerza, de hechos consumados y de acoso y derribo del pueblo palestino, que de facto se ha convertido en prisionero i cautivo en su propia tierra. Loa palestinos hace años y más años, generación tras generación, que luchan por sus derechos y para que se reparen estas injusticias. Con escasos resultados, pues cada vez están peor. Un conflicto agravado por la natalidad desbordada tanto de los palestinos como de los judíos ortodoxos; 14 millones de almas compitiendo por un territorio a todas luces insuficiente.
Y cuando periódicamente, hartos de aguantar tanto sufrimiento, los palestinos se alzan en armas, Israel aplica sin piedad la ley del Talión, el “ojo por ojo...”, pero multiplicado por 50 o 100. El grado de inhumanidad ha alcanzado cotas infinitas porqué se ceba en la población civil sin protección: ancianos, mujeres y niños. Mientras Israel no cambie de actitud i reconozca i repare todos estos errores, agravios, ofensas, humillaciones i matanzas (genocidio?) no habrá paz. Si no se hace justicia es imposible que haya paz. El odio entre las dos comunidades puede devenir eterno, pues los líderes de ambas comunidades, en lugar de pacificar y buscar puntos de encuentro, no hacen más que avivar este odio. Y lo más sorprendente del caso es que Israel secularmente a lo largo de la historia siempre ha sido la víctima, y en cambio ahora ejerce de verdugo, sin compasión. No aprendieron nada.
Noviembre 2023