Encantadores de serpientes, vendedores de humo, charlatanes de feria, embaucadores, guías iluminados, gurús mediáticos, y embusteros compulsivos. Todos estos adjetivos les vienen como anillo al dedo. ¿A quienes me refiero?
Pongamos que hablo de Donald Trump, Javier Miley, Luis “Alvise” Pérez, o Juan Carlos Girauta. Siendo justo, hay que reconocerles a todos estos personajes, y a otros muchos de su mismo estilo, que sin duda tienen carisma, don de gentes, presencia, y labia, mucha labia.
Y es que a pesar de su falta de ética, escrúpulos y vergüenza, encandilan a la gente; movilizan ingentes masas de seguidores que los idolatran. A una indicación suya serían capaces de cualquier locura: tirarse de cabeza al mar, ir a la guerra o al mismísimo infierno si el líder se lo pidiera. Y es que saben cómo tocar la fibra sensible de la gente, su parte emocional; y contra esto no se puede luchar. La razón, el análisis, o la lógica pura y dura no tienen nada que hacer.
Los Homo sapiens somos unos animales muy extraños y sorprendentes.
Si se analiza fríamente y de manera científica, no se acaba de comprender su enorme éxito en amplias capas de la población.
Se puede entender que en el primer tercio del siglo XX triunfaran grandes líderes como Hitler, Musselini, o Mao, porque la mayoría de la gente era analfabeta; pero hoy en día en que se supone que todo el mundo tiene una educación, no se acaba de entender que tengan tantos seguidores. ¿Será por arte de birlibirloque? No creo, aunque bien podría ser que la educación no sea suficiente, o no haya conseguido su objetivo que no es otro que hacer ciudadanos libres y con criterio, ya qué abundan cada vez más los terraplanistas, los antivacunas, los que niegan el calentamiento global galopante, o que evolucionamos de los primates. En fin de todo hay en la viña del Señor.
Numerosos estudios sobre la razón de su éxito es que apelan a la parte más primitiva del cerebro, la que gestiona los miedos, la seguridad, la territorialidad y la pertenencia a la tribu o al clan. Y ahí no se razona, todo es pura emoción e intuición.
Es un clásico aquello de que no discutas nunca de fútbol, religión o política con alguien, porque nunca podrás con razones hacerles cambiar de opinión. Su club es sagrado, no digamos ya de sus creencias religiosas, y sus opciones políticas lo mismo… aunque éstas convenientemente manipuladas por estos líderes hacen que la gente les vote y lleven el agua-dinero a su molino.
Y aquí quería llegar. Hoy en día la política mayoritariamente, salvo honrosas excepciones, es un gran negocio en que el producto, como en las redes sociales, somos nosotros.
No importa que nos mientan cuanto quieran (Trump,”Alvise”), o nos vendan la moto- sierra (Miley), o cambien de chaqueta a voluntad (“Alvise” de Unión, Progreso y Democracia > Ciudadanos > Se acabó la fiesta),(Girauta de PSC, hasta el 1986 > PP 2003-4 > Ciudadanos 2015-19 > Vox 2024), el asunto es que el dinero de la parroquia fluya a sus cuentas corrientes.
Trump no para de pedir donaciones para su campaña electoral, en la web vende todo tipo de merchandising y hasta Biblias!; y aquí el gordo de la lotería es salir elegido eurodiputado.
La asignación de los eurodiputados asciende a 12.700 euros, entre sueldo mensual fijo y las asignaciones para gastos generales. En cuanto al sueldo, la asignación mensual fija asciende a 10.075,18 euros brutos, es decir, 7.853,18 euros netos una vez deducido el impuesto de la Unión Europea. En el caso de los eurodiputados también reciben otras asignaciones del Parlamento Europeo para cubrir los gastos derivados de su actividad política.
Hagan juego señores, hagan juego.
Junio 2024
