Gerontocrácia
El mundo está cambiando con un movimiento uniformemente (más bien exponencialmente) acelerado. El primer aviso fue la crisis monetaria del 2008. A pesar de las buenas intenciones de los primeros momentos, la formula para solucionar el desaguisado fue más de lo mismo. Inundar de liquidez el sistema y tipos de interés al 0%. Es evidente que por más papel moneda que se imprima, la producción de alimentos, materias primas o recursos energéticos fósiles no va a aumentar en la misma proporción, porque el planeta tiene los que tiene y produce los que produce.
Si la tendencia ya era un aumento de precio de todos ellos, con la pandemia hace dos años y con la guerra de Ucrania ahora, se abrió de par en par la caja de Pandora. Es más que evidente que la mayoría de líderes políticos actuales tienen una edad provecta (gerontacrácia), y una mentalidad del siglo pasado; aupados y mantenidos en el poder por los grandes lobbies financieros, agrícolas, industriales, energéticos y armamentísticos que manejan los hilos del mundo; que a su vez también están dirigidos por hombres que en vez de dedicarse a acumular dinero (para que lo querran si les quedan 4 telediarios?). Valdría más que se dedicaran a jugar a la petanca o ir a pescar, actividades más propias de su edad.

          

También es más que evidente que seguir por esta senda nos lleva al desastre y al colapso total. Como dice el aforismo:”Si quieres resultados diferentes, no hagas lo mismo de siempre”. El mundo se ha vuelto muy complejo, y cada vez es más difícil de gestionar con sus enormes desafíos: Demografía (superpoblación, envejecimiento, migraciones, concentración en ciudades, la España –cualquier país- vaciada). Cambio climático (aumento temperatura, sequias, inundaciones, menor producción agrícola, pérdida de biodiversidad, extinción masiva de especies). Agotamiento materias primas (combustibles fósiles, metales, tierras raras). Transición energética (sustituir combustibles fósiles por renovables no se hace en dos días, y es evidente que si no conseguimos una fuente alternativa disruptiva –fusión nuclear?- no habrá energía suficiente para seguir con el modelo actual.
Por todo ello también es más que evidente que el modelo de liderazgo que ha imperado hasta ahora no da más de sí, está caducado y hay que buscarle un sustituto. No valen las excusas, como hizo Angela Merkel en su día:”No tenia otra alternativa”. Siempre hay alternativas, aunque con frecuencia siempre se elige el camino más corto y llano. Y lo que no es de recibo es poner todos los huevos en el mismo cesto como hizo su gobierno. Pero claro es más fácil justificarse que admitir que uno se ha equivocado. Hace falta una nueva generación de líderes que tengan en cuenta todos estos aspectos y que sean valientes para tirar adelante con los cambios y reformas que hay que hacer, pues el envite es mayúsculo. No será fácil, exigirá renuncias y sacrificios, pero es el único camino a seguir, no hay atajos. Tarde o temprano todo se acaba pagando, y las nuevas generaciones pagaran la factura del despilfarro de los que ya vamos peinando canas (si les quedan). Yo también me incluyo. Mea culpa.

Marzo 2022