Incentivos monetarios¿Cuán importante es el sueldo como incentivo?
Hay diversidad de opiniones y no lograremos conciliarlas. Por una parte en un mundo cada vez más materialista, (tanto tienes, tanto vales) es evidente que para consumir todo lo que la publicidad nos ofrece como Santo Grial de la felicidad necesitaremos mucho dinero, y la inmensa mayoría de los trabajadores lo obtienen de su salario. Ahora bien, recientes encuestas entre los que se incorporan al mercado laboral nos dicen que el sueldo ya no es lo más importante para ellos, sino que valoran muy mucho otros aspectos: como estar a gusto, propósitos ESG de la empresa, flexibilidad, conciliación familiar, aprendizaje, o plan de carrera. Aunque no lo parezca los tiempos están cambiando y las nuevas generaciones tienen otra visión del mundo y de enfocar su vida. No se trata solo de trabajar y ganar dinero, hay muchas otras cosas que vale la pena vivir. No se trata únicamente del neg-ocio también hay que disfrutar del ocio.
La segunda pregunta que podemos hacernos es: ¿un mayor sueldo se traduce en un mayor desempeño y rendimiento? y también: ¿cómo justificas el sueldo que recibes?
Los que están en producción lo tienen claro. El sueldo sale de las unidades, metros o kilos producidos, y estos son más o menos en función de varios factores. Uno de ellos son las primas a la producción, ya sean a nivel individual, por equipos, o de todo el turno. En mi vida laboral puedo decir que se procuraba llegar a los objetivos marcados, con prima, pero que no se iba más allá, porque el complemento monetario extra no compensaba el esfuerzo extra. Se trata de ir a trabajar, no de ir con la lengua fuera toda la jornada laboral.
En el organigrama, de mando intermedio para arriba tiene más difícil justificar el salario, más alto que la tropa, porque si bien su cometido es que todo funcione, el trabajo intelectual, organizativo, de coordinación, de dirección, etcétera, es muy etéreo y difícil de cuantificar, y ahí es donde quería llegar, a los agravios comparativos, porque el personal de base considera que la cúpula directiva cobra demasiado por el trabajo que hace. Y como hoy en día todo se sabe, estas diferencias acaban afectando la motivación. Todo el mundo está de acuerdo que los de arriba han de cobrar más, pero ¿cuanto más? Ya en sus tiempos el banquero J.P. Morgan afirmó: “Nunca confiaría en una empresa en que el patrón ganase veinte veces más que sus empleados”. Mucho ha llovido desde entonces, y la brecha entre unos y otros ha ido creciendo de forma exponencial, llegando a cotas estratosféricas e inmorales.
En USA hay cincuenta empresas en que sus CEO cobran 1.000 veces el salario del empleado de más bajo rango. Para que querran tanto dinero, si no se lo podrian gastar ni en diez vidas! Pero no es una excepción ni mucho menos, es una situación normal y generalizada que en la mayoría de ellas cobren múltiplos de 600 o 700 veces. Es evidente que por mucho que piensen y utilicen sus meninges, esto es una inmensa injusticia y una falta de respeto para el resto de sus compañeros en la empresa u organización.
Si miramos en casa, en España sorprende que algunos presidentes de CCAA se hayan asignado un sueldo mucho mayor que el del presidente del Gobierno. Curioso, más bien chocante ¿no creen? La responsabilidad no es la misma, ni el territorio-población a administrar tampoco. Donde las diferencias también son de juzgado de guardia es en el deporte, principalmente fútbol y baloncesto.
Pongo como ejemplo el París Saint-Germain, que tiene un presupuesto para este año de 629 millones €. Desde el año 2011 se ha gastado 1.500 millones €, sólo en fichajes, para reunir en el equipo a los mejores futbolistas del mundo, y sin embargo no ha ganado ninguna Champions. Por contra el Girona Fútbol Club, con un presupuesto que no llega a los 60 millones €, una décima parte del París Saint-Germain, y que es posible que se vean las caras compitiendo el uno contra el otro en la próxima edición de la Champions.
¿Qué les parece, qué motiva más: el dinero, o la ilusión y las ganas?
Mayo 2024