Hasta siempre compañeroSe nos fue otra buena persona, otro hombre sabio, un ser extraordinario. Y ciertamente no abundan, aunque como las meigas, haberlos haylos.
Yo tengo una teoría, y es que en el mundo hay más personas buenas que malas, y mal que bien vamos tirando. De momento gana el bien, porque con el enorme potencial destructivo de los arsenales que acumulamos, el día en que el fiel de la balanza se incline hacia el lado oscuro, se acabó lo que se daba, adiós planeta, adiós humanidad.
Nos ha dejado Pepe Mujica, un hombre sabio, pues sabios son los que consiguen vislumbrar, que consiguen ver y darse cuenta de que va eso que llamamos vida. No, no son los oropeles de este mundo: el poder, la riqueza, el dinero, las posesiones, la fama, la gloria, etcétera, etcétera… cosas vanas sin importancia que al final nos dejan ese vacio existencial, ese preguntarnos si no nos habremos equivocado de objetivo en la vida.
Vanitas vanitatis, pulverunt est et pulverunt reverteris.
Pepe no se dejó tentar por los cantos de sirena que a tantos han desviado de su ruta y han hecho naufragar. Pepe nunca perdió el Norte.
Él sabía que es lo esencial, que es lo que de verdad importa. La vida, la VIDA en mayúscula, la vida, que es poesía, que es el tiempo que se pierde con las pequeñas cosas (que cantó Serrat), para vivir, para estar con los amigos, con la familia, con los vecinos, para cuidarnos y darnos mimos unos a otros. Para hacer un favor, para ayudar, para procurar un futuro mejor para todos, una sociedad más justa, un planeta igualitario.
Su vida corrió en paralelo con otro gran líder político del siglo XX, Nelson Mandela. En sus años mozos ambos abrazaron la revolución y la lucha armada para sacar de la opresión a sus pueblos, y fueron detenidos, dieron con sus huesos en la cárcel.
En estos años de prisión, en la soledad de la celda, en sus diálogos consigo mismos, propiciaron su vida interior, la reflexión, su introspección más íntima. Ahí se forjó la voluntad y el carácter, la visión y la misión, de para que habían venido a este mundo, y que no era otra que liberar a sus conciudadanos de la opresión y hacer de sus vidas algo mejor y más feliz.
En fin, Pepe fue uno de esos hombres que dejan huella, que no dejan a nadie indiferente, que te hacen pensar, que te plantees ciertas preguntas, un faro que ilumina en estos tiempos de tribulación.
Gracias por tu ejemplo, descansa en paz.
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13 de Mayo 2025